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jueves, 25 de julio de 2013

Diario de Carlitos, el sociólogo mediocre

Entrada #1:

Últimamente estoy pensando mucho en la discriminación. Discriminación sexual, étnica, racial, religiosa, etc.
Pero hoy voy a tratar un "subgénero" de la discriminación, en general promovida por cumbieros, pero no necesariamente exclusiva de ellos. Y sí, dije "por" y no "hacia" cumbieros. No hace falta hacer un estudio sociólogico para ver que hay cierta discriminación, a veces intencional, a veces por inercia, hacia este grupo, hacia el "plancha". Pero al revés? Al revés también se da una exclusión, donde en el baile, los que somos objeto de ella quedamos llenos de verguenza, humillados, quietos, viendo cómo la gente se divierte.
Estoy hablando de la discriminación a los que "no hacemos palmas". Los que no hacemos palmas al parecer somos gatos, amigos de la policía (y cabe destacar que no tengo ningún amigo que sea policía o esté vinculado a la fuerza policial uruguaya, y dudo de que el hecho de hacer palmas o no cambie eso), putos, o, recientemente, directamente nos sentamos en la poronga (El Tekila (Ft. Anonymous) de El Villano).
Sucede lo mismo en el estadio, pero en vez de darse una separación a los que no hacen palmas, se da con los que no saltan.
Déjenme exponerles un caso. Una persona que por alguna razón esta imposibilitada de hacer palmas. Se la está condenando entonces a ser calificado con todos los adjetivos despectivos anteriormente mencionados? Tiene opción? En el caso de ser manca, tiene que buscar otra persona igual para poder evitar todas estas connotaciones?
Otro caso. Alguien que este imposibilitado de saltar. Tiene que sucumbir a la violencia por estar en la Ámsterdam, y que, por no haber saltado, lo consideren de Nacional? Tiene que ver la mirada despectiva de sus colegas en cuanto a hinchas de un equipo de fútbol refiere?
Terrible. Terrible. No entiendo aún cómo no se ha tratado este tema en profundidad antes, y no puedo evitar sentirme un pionero, y el único sociólogo con sentido común.
Espero que esta columna invite a la reflexión, y a cuestionarnos como sociedad esta realidad que estamos viviendo.

Carlitos.

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